La expresión se remonta al reinado de Juana la Loca y Felipe el Hermoso
en la Castilla de finales del siglo XV. Como es sabido, Felipe I era un
gran mujeriego, algo que su mujer, obviamente, no podía soportar. En
aquella época la corte contaba con una gran presencia de conquenses,
como queda demostrado con el mismo capellán de la reina, Diego Ramírez
de Villaescusa (de Haro). Algunas de las amantes del rey eran de pueblos
limítrofes a los de Don Diego, por lo que Felipe I ideó una excusa
perfecta para no levantar las sospechas de su mujer. Sabedor del poco
amor de su esposa por la ciencia, el rey organizó un pequeño observador
astronómico en una alta torre, donde con ayuda de los nuevos
instrumentos de navegación era capaz de individuar la dirección de las
principales ciudades del reino. Así, cada vez que quería escabullirse
con alguna moza no tenía más que decirle a la reina: “Subo con la dama
al observatorio, que la voy a poner mirando para Cuenca”. Los guardias
del rey, que obviamente sabían a que subía el monarca al observatorio,
comenzaron a utilizar la frase por los burdeles de Castilla, por lo que
la expresión tuvo una rápida difusión. (Fuente: http://emitologias.wordpress.com/2014/01/15/te-pongo-mirando-pa-cuenca-origen/)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario